Fragilidad


.no hay que frustrarse por no lograr las expectativas impuestas por lo establecido como correcto.
.hay que intentar perder los límites del control teniendo responsabilidad de las consecuencias.
.hay que entenderse como uno, como el que comparte más no da, y si desea mutilarse se acepte como ya incompleto.
.hay que romper barreras para vivir, para creer, para respirar, para amar.
.hay que creer en lo que se quiere y querer lo que se crea.

Mi mirada la encuentra, Ella confundida, de cierta manera abstraída por los colores que las luces atraviesan su ventanilla, su rostro encuentra sentido entre las sombras de la noche y las que ocurren por los faroles de las avenidas. Llueve a cántaros, su mente se dispersa en los muros y edificios, entre avenidas que generan calles, y calles que se nombran interminables con señales que muestran la inmensidad de la ciudad, veo desde mi sitio su rostro, infiero sus ideas, sonrió con el afán de simpatizar, quisiera no temiera pero crecer es algo que nos va mutilando individualmente, y merece el respeto de los ajenos y la privacidad propia de cada protagonista.
Gira la manija para sentir el fresco de la noche, envidia como la lluvia se disipa y apenas unas gotas atestiguan sin fuerza que por poco se cae el cielo, quisiera su tormento con esa misma sencillez se diluyera, Suspira como si en ese aire abultado y presionado pudiera desprenderse de lo que le aqueja, soltarle al viento lo que no puede controlar, pero sabe bien que ni el aire, ni la noche, ni el mismo tiempo pueden ni por un instante olvidarse de que respira.
Ha terminado el trayecto a casa, y antes de entrar decide deambular un poco, poca gente en las calles, y de esa poca nadie le concierne, los mira solos y se siente sola, algunos pepenan y ella toma la misma acción hurgando dentro, encontrando poco, y efímeramente le ilusiona el valor de lo resguardado.
Gusta de llegar a casa, e imagina resarcir lo mal tejido, quiere no sentir la pobreza de perder buenos amigos, imagina agradeciendo lo bueno que tuvo de los suyos pero cerrar el trato con los mejores términos, se dará la oportunidad de mejorar la actitud, de regresar a perderse en las risas, de pensar antes de hablar, y de luchar por nunca más volver a perder las buenas cosas que la conforman.


Uno siempre agradece cuando la gente mala se va de tu vida, pero cuando la gente buena la pierdes es cuando entras en el conflicto de no saber la clase de persona que eres.






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